sábado, 26 de diciembre de 2015

Capítulo 1: La leyenda de los tursta

Cien años antes del Acuerdo Puro, el país del Papel y el reino de la Fragua libraban una brutal guerra en la que el reino de las Cumbres de Cristal no elegía un bando concreto. Fue entonces cuando el sabio Emir, rey de los cristalinos, junto con Asnur, gobernante del papel, protegieron las entradas al Palacio de las Letras dividiendo los tres reinos en una tensa paz.
Morch, el rey de la Fragua, aceptó no volver a entrometerse en los secretos de palacio con la única condición de que el país del Papel y su reino no volvieran a tener contacto alguno. El que rompiera esa regla sería inmediatamente ejecutado.
Como él mismo estableció, el reino de Cristal separó los dos reinos rodeando el Palacio de las Letras alrededor del cual se formó el país del Papel. Aquellos habitantes eran seres inteligentes y sabios, pero sumamente negados para las cosas cotidianas.
En el reino de Cristal el pueblo estaba formado por guerreros y luchadores a los que les gustaba dejarse agasajar por los regalos del país del Papel, las armas que estos les entregaban eran recibidas con alegría y agradecimiento. Sin embargo, solo las utilizaban cuando era absolutamente necesario. Por lo demás, eran seres pacíficos y de gran corazón.
Los habitantes de la Fragua, por su parte, eran fuertes, robustos y con fama de ser bastante brutos. Dentro del reino existía una organización de líderes cuya finalidad era poder domar dragones. La única forma de diferenciarlos era por sus enormes ojos verdes.
Ya ha pasado más de un siglo desde el Acuerdo Puro y las cosas han cambiado. La estabilidad de la paz se empieza a tambalear.

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